Tras una década escribiendo sobre dispositivos y decenas de miles de kilómetros a mis espaldas en viajes, hace unas semanas un destino consiguió ponerme nervioso. Viajaba, por primera vez, a China. Unos días antes de partir, me di cuenta de que no tenía ninguna batería con la certificación necesaria y comprarlas en España es complicado. Mi idea era hacerme con una allí, pero para mi sorpresa me topé con la realidad: colmenas de baterías externas en cada esquina.
A continuación te cuento mi experiencia alquilando una y poniendo a prueba su velocidad de carga.
Powerbanks como infraestructura urbana. Hace unos meses, mi compañero Javier ya comentó su fascinación con este ecosistema de baterías externas que cualquiera puede alquilar. Realmente no es algo tan nuevo, pues lleva en marcha desde 2017 y su concepto es muy interesante. En China necesitamos el móvil para todo (AliPay y Wechat son dos apps que son tu banco, tu tarjeta de transporte, tu tarjeta para pagos, tu forma de pedir en restaurantes y mucho más) y es algo que drena la batería.
Por tanto, surgió la idea de ubicar estaciones con varias baterías externas de alquiler en puntos estratégicos de la ciudad. El mercado está dominado por cuatro compañías, están en las principales ciudades y el proceso es tan simple como:
Foto: Xataka
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Alquilando una. Para mí, que iba con un iPhone 16 en el bolsillo (cuya batería no es ninguna maravilla), el tener algo así disponible era un salvavidas. Y, como la ciencia no se hace sola, durante un desayuno alquilé una disponible en mi hotel con la intención de usarla mientras comía para devolverla justo antes de partir. El proceso es el indicado justo sobre estas líneas y, en mi caso, usé AliPay.
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Hay que ir con la aplicación configurada previamente y, en mi caso, cargué una tarjeta de prepago de Revolut. No tuve ningún problema durante la semana que estuve en Pekín. Escaneé el código QR de la estación de carga con la propia AliPay y? bendito sistema de traducción. Funciona cuando quiere y algunas cosas las traduce reguleramente, pero lo suficiente como para entenderlo.
El precio es de 0,12 yuanes por minuto (unos 0,014 euros), pero como no tengo cuenta bancaria en China, tuve que pagar un depósito de 99 yuanes (unos 12 euros). En cuanto pagué, la aplicación me indicó qué powerbank tenía que retirar y la propia estación hizo que parpadeara el LED de la batería correspondiente. A cargar.
Experiencia de carga. Lo primero que me gustó es que no necesitas absolutamente nada más que la batería. Ésta incluye cable USB-C, Lightning y hasta micro-USB. Son cables cortitos, pero se agradecen para no tener que llevar el tuyo en el bolsillo. Tiene unos LED que indican el nivel de carga y realmente no hay mucho más que contar sobre el diseño.
Respecto a sus características, depende, pero suelen contar con 5.000 mAh y el gran asterisco está en la potencia. 5V/2.4A son unos 12 W y eso implica que va a cargar a una velocidad lenta. Pero bueno, está pensado para que lo lleves un rato a cuestas o mientras comes y mínimo estás media hora/una hora con ella.
Foto: Xataka
En mi iPhone 16, los tiempos de carga fueron los siguientes:
Como digo, una experiencia lenta, pero veo factible estar una hora comiendo o paseando entre tiendas, y recuperar un 38% te permite sobrevivir el resto del día. A la hora de devolverla, tienes un mapa en el que ves todas las estaciones disponibles. Simplemente, me acerqué a una distinta, pulsé en el botón de finalizar la transacción, volví a escanear el QR y la introduje en la ranura indicada.
El precio final fue de 14 yuanes tras casi dos horas en mi poder, unos 1,73 euros a mi cuenta. Y, al día siguiente, ya tenía los 99 yuanes de depósito de nuevo en mi Revolut.
Críticas. Comentando la jugada con los compañeros, nos pusimos de acuerdo en que el precio no es elevado para nosotros, que usamos el euro y por esos 1,7 euros, pues? me permitió seguir el resto del día. Pero también nos preguntamos cómo verían los chinos esos 14 yuanes. Y parece que no muy bien. Una de las quejas es, precisamente, que el precio ha ido aumentando en algunos puntos.
Si al comienzo costaba un yuan por hora, ahora oscila entre los dos y los seis. El motivo es que depende mucho de la ubicación (zonas más o menos turísticas, hospitales, hoteles, bares, etc). Unido a que es una potencia muy justita y los móviles cada vez tienen más batería, casi sale mejor comprar una batería externa si sabes que cada dos por tres debes alquilar en una de estas estaciones (que, además, pueden estar llenas en algunos momentos y te toca patear buscando otra para devolver la batería.
Los propios comercios también se han mostrado descontentos en ocasiones, ya que es un mercado monopolizado por pocas empresas que, evidentemente, controlan tanto el precio de alquiler como los beneficios.
Futuro. Pese a esto, para el turista, es una opción extremadamente llamativa por su conveniencia y porque, no nos engañemos, el cambio a nuestra moneda nos es favorable. Y para la industria, supone un beneficio importante. En 2020, con un servicio bastante joven, una de las compañías que lo gestiona declaró que cada batería generaba un ingreso promedio de 563 yuanes al año. Parece poco, pero multiplica por millones de baterías y sale una auténtica barbaridad.
En TODAS partes | Foto: Xataka
Por ejemplo, en la Estación Oeste de Pekín hay más de 230 estaciones (cada una con varias baterías), y en algunas calles turísticas de apenas 100 metros hay hasta 30 colmenas de estas. En 2023, se estima que el mercado alcanzó los 1.700 millones de dólares y se espera que la industria alcance los 5.600 millones para 2029? pese a que ya hay voces que apuntan que el mercado se está estabilizando.
Pero bueno, como decía antes, como usuario me parece muy conveniente. Y si te la quedas... te cobran esos 99 yuanes de depósito. 12 euros por esa velocidad de carga no valen la pena. Por cierto, ya hay algunos sitios en Europa con estaciones así, pero ni mucho menos es algo generalizado.
Fotos | Xataka
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