Si te haces con uno de los últimos modelos de Sony puede que te encuentres con un mensaje en la caja poco habitual: "made in China". Hace seis años que la compañía cerró su última fábrica en Pekin, para trasladar la manufactura a una de sus plantas propias en Tailandia. Con sus nuevos Xperia, Sony pone fin a una era: algunos de estos modelos de gama alta, por primera vez, ni siquiera son fabricados por Sony.
El Xperia de la discordia. En Reddit, empezó a correr como la pólvora una imagen. Una en la que la caja del Xperia 1 VII mostraba un "hecho en China" inusual en la familia de dispositivos de gama alta de Sony. Es algo fácilmente comprobable en la propia documentación de manufactura del fabricante, en las que especifica las categorías de producto y centros de producción fuera y dentro de Japón. La categoría "Smartphones" ha desaparecido.
Hasta ahora, Tailandia ha sido el epicentro en la fabricación de los mejores móviles de la compañía, en su fábrica propia de Pathum Thani. La compañía salió de China y empezó a recortar producción en Japón, centrándose en Tailandia por sus bajos costes laborales y, desmintiendo intención alguna de huir de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China.
Por qué es importante. Que este Sony de última generación esté fabricado en China es una pista importante acerca qué está sucediendo con los teléfonos de Sony. Y no lo es por la propia manufactura allí, sino porque la compañía no tiene actualmente plantas en China dedicadas a la producción de smartphones.
Fuentes japonesas recogen el punto clave: Sony ha externalizado la producción de sus Xperia de gama alta. En otras palabras, la compañía ha dejado de producir algunos de los lotes de sus mejores modelos en sus plantas propias para dejar en manos de terceros la fabricación del producto. Sony lleva años controlando de forma bastante profunda la producción de su gama alta en fábricas propias, y este movimiento supone un adiós.
Sony está en un buen estado de salud. A Sony no le va bien con los smartphones. Pero puede permitirse fabricarlos. PlayStation y todo lo que la rodea está siendo más rentable que nunca, sigue siendo uno de los líderes en la industria de los sensores fotográficos, e incluso crece cerca del 20% en industrias como la musical.
Aunque su división Xperia domina menos de un 1% del mercado global, sigue siendo un importante escaparate tecnológico para Sony, que lleva más de 20 años dentro de esta industria.
Una práctica común. A pesar de las preocupaciones que puedan surgir a este respecto, no hay razones para poner en duda la calidad de manufactura de los nuevos smartphones de Sony. De hecho, lo habitual es no producir tus propios teléfonos y dejarlo en manos de fabricas externas.
Las únicas dudas plausibles tienen que ver con qué sucederá con el volumen de producción de un teléfono (o una familia de teléfonos) que no logra colarse en los rankings de ventas, y cuál es el futuro de una división que lleva reportando pérdidas cerca de diez años.
Samsung es el último bastión. Samsung es el último bastión de la producción propia de smartphones. La compañía cuenta con fábricas propias y tan solo se apoya en empresas ODM (Original Desing Manufacturer, empresas dedicadas a la producción y diseño para otras marcas) para la fabricación de sus productos de gama de entrada. Es una práctica común para reducir costes, pero Samsung encontró en Vietnam el mejor aliado para controlar casi por completo su manufactura.
Fabricantes como Apple se apoyan en gigantes como Foxconn, Xiaomi externaliza casi toda la producción de sus teléfonos, e incluso gigantes como Honor y Huawei se apoyan en ODMs como Wingtech.