Del Xperia XZ2 dijimos que podía ser el inicio de una bonita amistad. Con el Sony Xperia XZ3 tenemos una continuación del diseño, se ha adelgazado el terminal y se estrena la tecnología OLED para la pantalla. El fabricante japonés no es amigo de cambios precipitados y eso se nota en la falta de cámara doble o la no presencia del 'notch'. Pero como vimos en el análisis, aspectos como la cámara por fin están más cerca de lo que uno espera del fabricante de los mejores sensores del mercado.
Hemos pasado un mes con el Sony Xperia XZ3 y aquí os contamos nuestra experiencia. ¿Compensa realmente el cambio a la pantalla OLED? ¿Tenemos suficiente potencia con 4GB de RAM y el Snapdragon 845? ¿Echamos en falta un segundo sensor en la cámara trasera? Vamos a intentar responder a esas cuestiones y reflejar si lo último de Sony en smartphones está a la altura del resto de buques insignia del año.
Después de varios años apostando por Omnibalance, Sony dio el esperado salto a las pantallas 18:9 con marcos más reducidos. El nuevo diseño Ambient Flow deja atrás las líneas rectas y abraza la curvatura como una de sus señas de identidad. En un mercado donde la tendencia es ir hacia los diseños 'todo pantalla', el cambio era de esperar. Sin embargo el XZ2 tenía un problema evidente: su grosor. Con el Sony Xperia XZ3 afortunadamente se ha afinado el diseño y tenemos un dispositivo con unas dimensiones más cercanas a las habituales en la gama alta.
Pese a no estar ante un teléfono ligero, el Sony Xperia XZ3 es cómodo de manejar. Y es precisamente esta curvatura la que ayuda a sostenerlo con más facilidad. No consideramos que su tamaño sea un handicap y con este Xperia XZ3 por fin tenemos un terminal equilibrado. Este año muchas marcas han dado un paso adelante en la optimización de los marcos con el 'notch' pero Sony, como viene siendo tradicional, ha decidido ir poco a poco. Esto tiene sus ventajas y es que tenemos un diseño simétrico y que prácticamente convencerá a todos los usuarios. Hemos probado otros móviles con un diseño más compacto, pero pocos son tan agradables a la vista como el Xperia XZ3.
El cristal es el elemento principal. Al tacto ofrece una gran sensación y también hemos estado tranquilos durante este mes debido a la incorporación de Gorilla Glass 5. Pese a llevarlo todo el tiempo sin funda y ser bastante resbaladizo, únicamente tiene una pequeña rayadura en la parte superior. Cuando dejamos el móvil sobre una superficie plana se va moviendo solo y en este punto sí hay margen de mejora para Sony. Otro punto donde el Xperia XZ3 podría mejorar es en la capa oleofóbica. Todos los móviles de cristal suelen impregnarse de huellas fácilmente, pero en algunos modelos es menos notorio que en este. Afortunadamente, la cámara trasera sí resiste bien las huellas y no se mancha fácilmente pese a que coloquemos el dedo allí.
La curvatura también está presente en la parte frontal. Sony decidió incorporar un panel OLED con cristal curvado 3D tantos en los laterales como en la parte superior. La pronunciación es muy leve y no molesta a la visión, pero sí aporta un plus a la hora de agarrar el terminal. Encima de la mesa tambalea ligeramente, pero al reducirse la curvatura no molesta tanto en el uso como en anteriores modelos.
Como viene siendo habitual, el Xperia XZ3 es resistente al agua. No tendremos que preocuparnos si tenemos las manos mojadas o lo utilizamos bajo la lluvia. Eso sí, el puerto USB debe estar completamente seco antes de cargarlo y todas las tapas deben estar cerradas. Precisamente la tapa superior es la que más nos ha llamado la atención. El Xperia XZ3 tiene la ranura nanoSIM y microSD en la parte de arriba. Su mecanismo además tiene una ventaja y una desventaja. La parte buena es que no necesitamos el típico accesorio para poder sacar la SIM, lo que nos viene genial para quienes tenemos varios móviles. La parte negativa es que al abrir esa tapa el móvil se reinicia obligatoriamente.
¿Cuál ha sido mi experiencia con el sensor de huellas de Sony? Como ya es costumbre, el fabricante japonés no logra dar con la tecla en la posición del lector. Lo tuvimos en el lateral durante un tiempo y en los últimos Xperia lo tenemos en la parte trasera pero centrado, un par de centímetros por debajo de la posición habitual. Los primeros días siempre fallaba, pero al cabo de una semana ya te acostumbras. No es la posición natural. Cuando agarras el móvil el dedo queda por encima, pero el movimiento es simplemente deslizar hacia abajo. En mi caso, al tener manos más pequeñas no se me antoja tan antinatural. Me sorprende que cuando vuelvo a mi móvil personal, un Pixel 2 XL, mi dedo va hacia una posición más baja. El Xperia XZ3 ha logrado en estas semanas cambiarme la posición inconsciente al desbloquear.
Por el contrario, el reconocimiento facial del Xperia XZ3 es muy básico. El sensor frontal capta bastante luz y es rápido, pero queda por detrás de lo visto en otros móviles.
Sony ha ido perfilando su diseño y con el Xperia XZ3 creemos que ha alcanzado un punto de madurez importante. Siempre hay puntos a mejorar, pero bajo nuestra experiencia el diseño es digno de lo esperado para un buque insignia.
La principal novedad del Sony Xperia XZ3 es su apuesta por la pantalla OLED y creemos que ha sido todo un acierto. El cambio ha sido para bien indudablemente ya que la experiencia ofrecida está a un nivel altísimo. Tenemos una gran nitidez, compatibilidad con HDR y un contraste perfecto. El brillo máximo es bastante elevado y además no padece especialmente cuando la miramos de lado.
La curvatura produce algún reflejo raro y el brillo automático no va muy fino, pero el panel OLED utilizado es de máximo nivel y el resultado da gusto.
La curvatura lateral hace que el contenido haga desaparecer los bordes laterales. Únicamente apreciamos un pequeño reflejo en el borde, pero de frente no es un inconveniente. Lo cierto es que ver vídeos en el Xperia XZ3 es muy agradable. Soy partidario de paneles más grandes, pero a nivel visual he disfrutado mucho durante estas semanas con él.
Sony nos permite elegir la tonalidad y la gama de colores de la pantalla. En mi caso me siento más cómodo con el estándar Triluminos, ya que el modo profesional pese a ser más realista nos da tonos algo apagados para navegar o visitar redes sociales. Del super vívido no puedo hablar, porque me pareció tan artificial que directamente no lo he probado. Normalmente no utilizo Netflix en el móvil debido a sus limitaciones, pero algún capítulo sí ha caído y ha confirmado mi opinión respecto a la pantalla: uno de los mejores paneles que he probado este año.
Respecto al brillo, el nivel máximo es bastante elevado pese a no ser un panel IPS. Aún así, aquí hemos optado normalmente por el manual ya que el brillo automático nos ha jugado algunas malas pasadas. Tardando más de la cuenta y no detectando correctamente el nivel más idóneo. Aún así el cristal no genera prácticamente reflejos por lo que en exteriores hemos tenido una buena experiencia también.
Añadir un panel OLED en su buque insignia tiene una ventaja añadida y es la incorporación de la pantalla ambiente. Sony nos da una cantidad enorme de opciones, desde añadir fotos, mostrar notificaciones, stickers o modificar el aspecto del reloj. Se agradecen este tipo de pequeños añadidos que no interfieren en la experiencia diaria pero sí permiten personalizar a nuestro gusto el móvil. En mi caso prefiero una pantalla más minimalista, pero Sony añade esta nueva opción y lo hace con ajustes interesantes.
¿Por qué decimos que el Sony Xperia XZ3 es un buen móvil para reproducir contenido multimedia? Básicamente porque además de ofrecer un excelente panel, lo complementa con un gran sonido a su altura.
Los altavoces estéreo quizás no sean los más potentes pero su fidelidad nos ha parecido muy buena. No tenemos jack de 3.5mm pero si hay un fabricante que nos está convenciendo de abandonarlo es precisamente Sony con auriculares bluetooth tan buenos como los WH-1000XM3. Entre las opciones añadidas de este Xperia XZ3 se encuentra la vibración dinámica en función del sonido, aunque ese ajuste concreto no lo hemos encontrado demasiado convincente.
A nivel de fluidez y rendimiento, el Sony Xperia XZ3 no tiene nada que envidiar a prácticamente ningún móvil. Es cierto que únicamente cuenta con 4GB de memoria RAM, pero salvo que vayamos a realizar una multitarea muy intensa no supone un problema. La capa de personalización de Sony es muy liviana y tenemos una experiencia similar a la stock, tanto en apariencia como en rendimiento.
Como usuario habitual de Android puro, noto que el Pixel está un punto por delante pero el Xperia XZ3, Android 9 Pie y su Snapdragon 845 dan gusto. Durante estos últimos días también he tenido otro potente smartphone con el doble de memoria RAM y sin dudarlo he preferido optar por el Sony a la hora de llevármelo durante toda la tarde.
Un punto que me hubiera gustado encontrar en el Xperia y Sony se ha mantenido de nuevo conservadora es en el almacenamiento. De los 64GB únicamente tenemos libres 47GB, suficientes pero no deseables. No tenemos muchas aplicaciones preinstaladas y algunas como la aplicación de vídeo o Creador 3D son curiosas, sin embargo con Xperia Lounge no estamos muy contentos. Es un nido de publicidad que nos envía notificaciones de vez en cuando y pese a echarle un vistazo de vez en cuando no hemos encontrado nada que nos llamase la atención.
Otro pequeño detalle del software incómodo es el cajón de aplicaciones. Funciona igual que el nativo de Google y podemos ordenar las aplicaciones como queramos, pero en la zona izquierda tenemos un buscador con aplicaciones patrocinadas que empaña la experiencia. También echo de menos que las aplicaciones instaladas vayan directamente al escritorio. Nunca pensé que lo echaría de menos, pero así ha sido. Sí se agradecen algunas opciones como los gestos para controlar con una mano, aunque en el caso del sensor lateral para los accesos rápidos no he terminado de acostumbrarme.
El rendimiento del Xperia XZ3 convencerá a la mayoría. Todos los juegos van fluidos y la sensación es excelente. Tampoco hemos notado que se caliente. Pero no tenemos ese buen resultado en autonomía, donde queda algo justo para la gama alta.
Terminales más grandes acostumbran a incorporar una mayor batería. En el caso del Xperia XZ2 hemos mejorado respecto a la generación anterior, pero en autonomía seguimos bastante justos. Los 3.300 mAh dan para una jornada de uso intensa, pero llega al final del día pidiendo la hora. Cumple bien y obtenemos casi cinco horas de pantalla, pero no es de esos móviles con los que sales de casa sabiendo que va a aguantar hagas lo que hagas.
Los modos de ahorro son útiles y tenemos compatibilidad con carga inalámbrica Qi. Pero de nuevo este apartado de la batería queda un poco flojo debido a la falta de carga rápida. Acostumbrado a las nuevas tecnologías, el Sony y sus casi 3 horas en completarse nos deja algo fríos. Un patrón que se repite: el Sony Xperia XZ3 es un gran móvil y muy bien construido, pero se nota que el fabricante japonés no lidera la inversión en I+D para móviles. Y eso en la gama alta se nota.
Dos ojos ven más que uno. Al contrario que el Sony Xperia XZ2 Premium, el Xperia XZ3 mantiene su apuesta por la cámara única trasera. No nos extrañaría que en un futuro Xperia el fabricante decida incorporar esta segunda lente, pero por ahora no la tenemos. Dicho esto, como ya comentó mi compañero Javier en el análisis, el apartado fotográfico de Sony está mejorando considerablemente.
La cámara trasera del Sony Xperia XZ3 está a un gran nivel. No consigue el detalle de los Pixel ni tiene tantas posibilidades como la de los Huawei, pero sí es una cámara digna de un buque insignia de 2018.
La aplicación de cámara de Sony es correcta. Los menús son sencillos y salvo opciones como el HDR que está escondido en el modo manual, el resto es fácil de utilizar. Sí hemos notado algún bug puntual, aunque nada que no ocurra en muchos otros modelos. No obstante, el añadido más divertido es el botón físico para la cámara. Es diferente, su posición es la correcta, es sencillo y útil en múltiples casos. Sin romper el minimalismo del diseño, ese botón es un pequeño toque distintivo.
19 megapíxeles con un sensor de la casa Exmor RS Tri-stack con píxeles de 1.22µm. Una cámara que ya teníamos en el anterior Xperia y ha mejorado tímidamente con el procesamiento BIONZ. ¿El resultado? En la buena dirección.
De día las fotos son excelentes. El rango dinámico es bueno, los colores muy acertados y el detalle es elevado. En la previsualización de la foto este detalle no se aprecia tanto, pero una vez vamos a la galería la imagen es muy precisa.
El enfoque no es el más rápido, aquí sí nos gustaría que el Xperia XZ3 hubiese ofrecido algo mejor. En algunos casos hemos realizado fotos desenfocadas cuando en otros buques insignia sí quedan definidas.
Hay un reconocimiento de escenas como 'contraluz' o 'nocturna'. No tenemos un modo noche completo pero la cámara salva bastante bien la situación. El Sony Xperia XZ3 tiene una cámara suficiente convincente de noche, ofreciendo tonos vivos y bastante detalle incluso en fotografías nocturnas. Además tenemos un modo manual que nos permite jugar con la ISO y poder definir la imagen en aquellas escenas más difíciles.
El tipo de fotografías realizadas tiende a la falta de exposición. El modo HDR es casi inexistente y entre aplicarlo y mantenerlo desactivado no hay grandes cambios. El degradado de las tonalidades es muy correcto, pero lo consigue a base de no aumentar tanto el brillo de la foto y eso provoca que en los claroscuros queden más apagados de lo deseado.
Entre los ajustes que me han parecido interesantes está la captura predictiva, que realiza varias imágenes y se queda con una. No es que nos sobre mucho espacio, pero sirve para conseguir una mejor toma. También contamos con modos de realidad aumentada, Google Lens, filtros y fotografías con sonido. Son añadidos curiosos pero en cualquier móvil podemos conseguir efectos similares bajando aplicaciones de terceros.
En el modo retrato es donde se nota la falta de una segunda cámara. Para conseguir el popular efecto bokeh se realizan dos fotos, enfocando dos zonas diferentes. El resultado puede modificarse en función de la intensidad, pero la precisión no está a la altura. Muchas zonas se cortan, no se identifican correctamente las zonas y carecemos de una solución, aunque sea por IA, para ofrecer un buen retrato. O bien el año que viene dan el salto a la segunda cámara más allá del modelo Premium o deberían mejorar mucho su procesamiento.
Respecto a la cámara frontal, la del Sony Xperia XZ3 sorprende para bien. Los selfies conseguidos están llenos de detalle, los colores son buenos y el rango dinámico es excelente. Incluso en escenas oscuras, la cámara frontal tampoco sufre tanto. Una sorpresa ya que normalmente en este apartado las cámaras suelen dar un bajón.
La grabación de vídeo es otro de sus puntos fuertes. La estabilización es buena, tenemos posibilidad de grabar hasta en 4K HDR y el enfoque aunque algo aleatorio, también es preciso. Además de eso, destaca la buena grabación de sonido. Un móvil para llevar de conciertos. Respecto a la cámara superlenta, el Xperia XZ3 nos permite hasta 960fps en 1080p. Es el único que lo hace, aunque tampoco es un hecho diferencial. El control es algo difícil y tienes que acertar a ojo, pero permite hacer vídeos curiosos.
Con el Sony Xperia XZ3 he conseguido fotos que me gustan y tanto de noche como de día los resultados son muy convincentes. Del modo retrato mejor no hablar y el enfoque podría ser algo más rápido, pero es una cámara que no anda muy lejos del top 5. La competición este año es muy pareja y aunque Sony sigue sin dar un verdadero salto, la cámara del Xperia XZ3 es bastante digna.
Estoy bastante contento con el Sony Xperia XZ3. Es de esos móviles que a los analistas luego nos cuesta devolver. Es un smartphone muy manejable y con un diseño top. La curvatura hace que sea muy fácil de agarrar y el tamaño es el correcto. Estoy acostumbrado a móviles más grandes, pero para la mayoría de usuarios las seis pulgadas son lo ideal.
Sony ha adelgazado lo suficiente el móvil para que sea cómodo y pese a que se echa en falta una mejor optimización, es un diseño bonito y convincente. Sin 'notch', con una atractiva curvatura y una gran sensación en mano. Es algo resbaladizo y no es tan único como el anterior diseño, pero el Sony Xperia XZ3 sienta genial en mano. Incluso me he acostumbrado a su lector de huellas más bajo, aunque esto último seguramente sea porque tengo las manos más pequeñas.
El cambio a la pantalla OLED es lo que necesitaba Sony para luchar en la gama alta. El apartado multimedia de Sony es su punto fuerte y con el nuevo panel siguen defendiendo su posición. Si a eso le sumamos un gran sonido, tenemos un móvil en el que hemos acabado reproduciendo más contenido del que quizás pensábamos. El rendimiento también es muy bueno y es una lástima esa autonomía algo justa. Correcta pero no convence. Y precisamente son estos pequeños puntos los que muchas veces hacen decantar la balanza hacia uno u otro lado.
En el apartado fotográfico han dado un paso adelante, con resultados muy convincentes en algunos momentos y un gran vídeo, aunque con detalles que todavía deben mejorar como la velocidad de enfoque, la subexposición o el modo retrato. Sony se mantiene en lo esperado para la gama alta de 2018, pero sigue sin dar el gran salto que le permita luchar por ser la mejor cámara del mercado.
Si el Sony Xperia XZ2 era la versión 1.0, con este XZ3 se cumple aquel dicho en tecnología que las segundas generaciones son las buenas. Este 2018 ha traído muchos cambios en el sector de los móviles de gama alta y quizás por ello a Sony y su filosofía conservadora les haya sentado bien mantenerse en lo que funciona. Un terminal que alcanza un nivel de madurez y equilibrio suficiente como para que el año que viene quizás decidan arriesgar con otra cosa. No es el más novedoso ni tendrá la mejor calidad/precio, pero creo que con el paso de los años veremos este Xperia XZ3 como un acierto. Lástima que para mantenerse arriba en el frenético mundo de la tecnología móvil haya que acelerar más.
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